10 ene 2021

Reseña: Érase una vez en Diciembre de Claudia Cardozo

Comenzamos el año de reseñas con una historia ambientada en las pasadas Navidades. Érase un vez en Diciembre de mi querida compañera Claudia Cardozo.



Érase un vez en Diciembre
Claudia Cardozo
2020
Sinopsis:

Eliza y Ben fueron alguna vez los mejores amigos del mundo. No había nada que esa chica testaruda y ese muchacho distraído y obsesionado con los libros no compartieran. Por un tiempo, pareció que estarían juntos por siempre; pero fueron traicionados por sus propios sentimientos y obligados a separarse.

Eliza no ha tenido un buen año. Ha visto alejarse a su familia, perdió su trabajo y se vio obligada a aceptar uno en el que no es feliz. Se siente sola, triste y, lo peor, el mundo a su alrededor no deja de recordarle la cercanía de la Navidad, esa época del año que ha decidido odiar. Sin embargo, una novedad llega a su vida para alterar sus aburridos días. Han abierto un nuevo negocio en el barrio y no puede esperar a conocerlo; al menos hasta que descubre quién está detrás de él.

Ben abandonó el que fue su hogar determinado a dejarlo en el pasado. No había nada que anhelara más que olvidar ese viejo edificio de apartamentos donde creyó ser feliz, los malos recuerdos de sus padres y a la chica que le rompió el corazón. Pero cuando decide arriesgarse a cumplir un sueño largamente acariciado, abrir su propia librería, descubre que tendrá que echar mano de todo su valor para plantarle cara al pasado.

Érase una vez en diciembre es una historia de amor, de segundas oportunidades y perdón. También es un homenaje a los amantes de los libros y a aquellos que pese a la adversidad todavía conservan la ilusión de ir por sus sueños.

Reseña:

Una historia de reencuentros en plena Navidad. Para Eliza todo parece haberse vuelto en su contra y además las Navidades no parecen hacerle mucha gracia. La considera una época en la que la gente finge lo que no es. Se dedica a derrochar entusiasmo a la vez que dinero en regalos y comidas solo por aparentar. Para colmo se reencuentra con Ben, Su amigo y vecino desde la niñez.

Este es todo lo contrario a ella. Le gustan las Navidades y todo lo que estas representan. E intentará hacer que Eliza reconsidera su visión de estas fiestas. Pero, no deja de llamar la atención la relación que ambos tuvieron en el pasado, y no parece que acabar muy bien. Es aquí donde la autora siembra algunas dudas a este respecto. Poco a poco va desgranando lo que fue esa relación en el instituto, transportando al lector a esos días para conocer de primera mano lo que en verdad sucedió.

Desde ese instante, todo cambió para Ben y Eliza. Los dos emprendieron caminos separados hasta que el destino los vuelve a juntas de una manera peculiar.  A medida que pasan los días, Eliza comprende que le debe una disculpa por lo que sucedió entonces. Sabe que no era cierto lo que dijo de él, porque en verdad no lo sentía; pero ahí quedó durante todos aquellos años en lo que no volvieron a verse. Y cree que ha llegado el momento de aclararlo. Tal vez se dejó llevar por el orgullo y cuando quiso aclararlo, Ben se había marchado del vecindario, y era demasiado tarde. Él representa el pasado, pero uno en el que ella era feliz y no estaba de mal humor como en ese momento. Un pasado que no había echado en falta hasta que volvió a ver a Ben. No era consciente de que lo que este representaba para ella. Ni sabía que lo necesitaba para volver a sonreír. 

Ben no puede dejar de estar a su lado porque sigue sintiendo lo mismo por Eliza que cuando estaban en el instituto. Y está dispuesto a todo para que esta vez sí, salga bien. No ha podido olvidar las palabras de ella y en algún instante se las recuerda, lo que les sirve para aclarar lo sucedido y confesar sus sentimientos. Pero al mismo tiempo la perdona porque no puede sentir por ella algo que no sea cariño y amor.

Una historia corta, tierna, narrada con exquisita ternura como suele hacer la autora, con el trasfondo de la Navidad. Una trama de rencuentros en el que el pasado está muy presente en las vidas de  Ben y Eliza. Me ha encantado porque la historias donde los personajes se vuelven a encontrar al cabo de unos años, siempre me han llamado la atención. El conocer el motivo por el que se conocen o por el que se separaron. Son historia de segundas oportunidades. De poder arreglar lo que en su día salió mal. Y me ha gustado como Eliza ha tenido que reconocer sus sentimientos de entonces, y como estos no han cambiado con el paso del tiempo.

Destacar la librería en la que trabaja Ben. El ambiente que la autora crea, esa atmósfera que invita a quedarse en esta. A imaginarla y sentirse como un cliente más. A sentarse en uno de sus sillones con un café y disfrutar de la lectura de un buen libro; o simplemente, quedarse maravillado contemplando el lugar. Todo un lujo y disfrute para aquellos que amamos los libros. A nivel personal, que en alguna que otra ocasión me he encontrado con librería como esta de la novela, y no me ha importado estar horas sentado con una taza de café disfrutando de las vistas. 

Una historia en el que el amor ha perdurado en los protagonistas pese al tiempo y la distancia.





1 comentario:

  1. Hola, Enrique.

    Millones de gracias por esta reseña; me ha hecho una ilusión tremenda; qué alegría que la pasaras bien con la historia de este par. De nuevo, mil gracias. Un abrazo.

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