Para cerrar esta serie de reseñas en torno a Irlanda, hoy os dejo el final de la trilogía Esencia Irlandesa de la mano de una gran compañeras y amiga de allá de Argentina. Es un placer traer aquí la obra de Mimi Romanz.
Perdido
en la esencia
Trilogía
Esencia Irlandesa
Mimi
Romanz
Contemporánea
Sinopsis:
Por cuestiones laborales, Adrien Bouvier, un reconocido columnista en
una revista de turismo, se ve obligado a viajar a un pequeño pueblo en Irlanda.
Pero la idea no es de su agrado. El romanticismo, digno emblema de su ciudad
natal, Paris, también lo verá reflejado en el hostal donde deberá alojarse y él
no es hombre que se jacte por ser romántico. No está preparado para sentir un
amor que no es otra cosa que un capricho del destino.
Megan O´Ryan ama su trabajo como chef, el que la mantiene
constantemente ocupada y que evita que piense en un pasado que nadie le quiere
contar y que ansía descubrir. La llegada de un inquilino francés al hostal
revoluciona su interior, pero se niega a aceptar lo que él despierta en ella.
Irlanda obrará su magia. ¿Podrá Adrien creer en ella? ¿Podrá
Meg dejarse llevar por lo que siente?
Reseña:
Llegamos a la tercera entrega de esta apasionante trilogía. En esta se
resolverá el misterio en torno al padre de Megan y Garret, pero también ella
conocerá el amor de una manera inesperada.
La llegada de Adrien, un escritor francés de revistas de viajes,
transformará la apacible vida de Megan en Ballycotton. Adrien no es nada
romántico. Podríamos decir que odia todo lo que tenga relación con el amor y el
romanticismo. Por ese motivo se muestra bastante reacio a participar en aquel
encargo que le hace su jefe en París. Porque nada más llegar a Esencia
Irlandesa en Ballycotton se da cuenta de que aquel no es su lugar. Es más,
pretende pasar dos días solo en aquel idílico lugar. El tiempo justo para redactar
el encargo de la revista, y largarse. Pero entonces conoce a Megan.
Ella está más preocupada por resolver el misterio en torno a la
desaparición de su padre, que en las atenciones del francés. La autora plantea
un misterio lleno de dudas y preguntas que no parce que vayan a resolverse. ¿Qué
le ocultan Nora y Garrett a Megan? ¿Por qué no quieren contarle la verdad de la
marcha de su padre, cuando ella era una niña?
Pero volviendo a Adrien y a su artículo. ¿Qué encuentra en Ballycotton
para prolongar su estancia? ¿O es más bien en Esencia Irlandesa donde se
encuentra el motivo de su cambio de planes?
Megan no quiere tener nada que ver con él. E incluso procura evitar su
presencia en todo momento lo que no hace, sino acercarla más todavía a este. Y
será en él en quien se apoye cuando conozca la verdad de lo que sucedió con su
padre. Algo que no puede imaginar, ni si quiera el lector.
Poco a poco se rinde a Adrien a pesar de que este hay invadido sus dos
espacios íntimos como son el invernadero y la cocina de Esencia Irlandesa. Un
amor que se cuece a fuego lento en los fogones del corazón, aderezado con
miradas, sonrisas y caricias.
Una historia romántica y tierna de la mano de Mimi Romanz, y que culmina
a la perfección esta trilogía. Romanticismo en cada frase y en cada palabra que
hacen que esta historia se dulce y emotiva en muchos aspectos.
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