Reseña: Me encontrarás en el fin del mundo

Nueva reseña la que os traigo. En esta ocasión repito con Nicolas Barreau (ver mi reseña La sonrisa de las mujeres). Tenía ganas de leer esta segunda novela después del buen sabor de boca que me dejó su anterior historia. Y puedo decir que esta segunda me ha encantado. Para mí es aún mejor. Veremos las otras dos obras que tiene publicadas, si responden a mi expectativas.

Título: Me encontrarás en el fin del mundo

Autor: Nicolas Barreau

Editorial: Espasa

Año: 2012 /2014

Páginas: 256

Sinopsis:

El atractivo Jean-Luc Champollion es el propietario de una galería de arte en París. Acostumbrado a tener éxito con las mujeres, su única ambición es disfrutar de la vida en compañía de hermosas damas y de Cézanne, su adorado perro dálmata. Un día, Jean-Luc recibe una misteriosa carta de amor sin remitente. Intrigado, acepta el juego que le propone la desconocida y, sin pensárselo dos veces, inicia con ella una deliciosa correspondencia por e-mail. 

RESEÑA:

Una novela romántica con tistes de misterio es lo que nos ofrece en esta ocasión el autor. Un juego de pistas y enredos para descubrir a la misteriosa mujer que con sus cartas y email de amor, ha trastocado la tranquila vida del protagonista. Desde el momento en el que recibe la primera misiva de amor, Jean Luc comienza a repasar en cierto modo su vida y la de las mujeres a las que ha conocido tratando por todos los medios de poner rostro a la Principessa (seudónimo con el que firma la mujer) Pero no sólo se centra en las mujeres del pasado, sino del presente. Comienza así un rompecabezas que provoca en el lector la misma angustia y deseos por conocer la verdadera identidad de Principessa. Es una especie de carrera contra el reloj para descubrirla. 

La historia es muy divertida, romántica, y llena de ilusión. Nicolás escribe un prosa sencilla y fluida de lectura más que entretenida. Las pistas de va dejándole a Jean Luc, son así mismo pistas para el lector. Porque no sólo no metemos en la vida del protagonista, sino que somos partícipes de ese juego de misterio hasta el punto de leer y leer para sabr quien es la misteriosa dama. Como en las novelas de Agatha Christie o Hercules Poirot (con el que el protagonista se identifica en un momento de la trama, por la investigación que lleva a acabo), vamos desgranando el misterio. Jean Luc se volverá poco menos que loco buscándola por todas partes. Creyendo verla en todos los lugares. Pero ella siempre va un paso por delante de él, y le pide que no la siga, ni la busque o dejará de escribirle. Es significativo como esa misteriosa mujer consigue enganchar a Jean Luc, quien en un principio piensa en una broma de alguno de sus amigos. Pero a medida que avanza el tiempo el juego se vuelve más adictivo. Hasta el punto que se vuelve adictivo, y Jean Luc se encuentra con que no puede pasarse un solo día sin recibir un email de su misteriosa mujer. Lo que comenzó como una broma, un juego, pasará a ser el eje sobre el que gire su vida, y que no detendrá hasta descubrir quien se encuentra al otro lado de los emails. 

La misteriosa Principessa sabrá como alentar el deseo de Jean Luc con mensajes sugerentes y picantes que elevan el deseo de conocerla. Le irá contando cada cosa que hace en su día a día. E incluso con quien flirtea, lo cual no hace si no enfríar su relación via email. Pero lo que no sabe Jean Luc es que poco a poco se está enamorando de ella sin saberlo hasta el punto de confesarle que la ama cuando siente que la ha perdido por una absurda coincidencia.

Asistimos a un duelo de intercambio de piropos, de deseos inconfesables, y de emotivas declaraciones de amor entre dos personas que están más cerca de lo que el lector pueda suponer. El autor consigue sembrar nuestro camino de dudas acerca de si la misteriosa dama será una mujer del pasado o una del presente. Y al igual que Jean Luc nos preguntaremos sin de verdad esa mujer existe. 

Un historia tierna, difetente, y misteriosa en torno al amor, y a lo ciegos que estamos a veces que lo tenemos a nuestro lado y no lo vemos. Una mirada hacia lo perdidos que estamos en ocasiones en nuestras vidas, que no levantamos nuestra mirada para descubrir que fuera de ella, hay alguien esperando. Jean Luc se ha obsesionado tanto con los emails de esa mujer y con tratar de encontrarla por todo París que no se ha parado a mirar las pistas que le ha ido dejando por el camino. Pistas sencillas que de haberlas meditado habría descubierto su identidad. Sólo entonces cuando descubra su verdadera identidad, se dará cuenta del juego.

El título de la novela se desvela al final cuando Jean Luc deba ir al fin del mundo para conocer a su misteriosa Principessa. Pero, ¿dónde está el fin del mundo para Jean Luc? ¿Y quien lo espera allí?