6 oct 2016

Reseña: El último acto de Romina Naranjo

Os dejo una nueva reseña, en esta ocasión de mi querida compañera Romina, en esta ocasión dentro de la Selección RNR. En cuanto leí la sinopsis de la novela me picó la curiosidad de ver cómo desarrollaba la autora el tema del teatro, la sicología y demás. Un argumento novedoso de la mano de una de mis escritoras preferidas. Os dejo ya con la reseña. 
 
 
 
Título: El último acto
Autora: Romina Naranjo
Editorial: Ediciones B. Selección RNR
Año: 2016
Género: Romántica actual
Sinopsis:

Darren Matthews, considerado uno de los actores de teatro más importantes de su generación y habiendo cosechado éxitos en los más grandes escenarios del mundo, ve como su llama interpretativa comienza a apagarse. Aislado del mundo e incapaz de actuar, se ve obligado a aceptar los servicios de Leire Fernández, una joven terapeuta ansiosa por demostrar sus capacidades y crecer en el círculo profesional que tanto le apasiona.

Dos personas totalmente distintas, poniéndose a prueba día a día y enamorándose sin remedio, ¿serán capaces de entenderse y superar sus diferencias, o es la suya una relación destinada a interpretar el último acto?

Reseña:
 
La obra se divide en tres partes en relación a los tres actos del teatro. Esta misma división se puede aplicar al argumento y desarrollo del mismo. Hay una primera parte, en mi humilde opinión la que m-as me ha gustado y con la que más he disfrutado. Esta es el momento en el que Darren y Leire van a conocerse y su posterior convivencia en la casa de la sierra. Y me ha gustado por varios motivos: el primero de estos es que he establecido un paralelismo con el cuento de la Bella y la Bestia. Leire, al igual que Bella en el cuento, se dirige hacia una casa en la que habita un huraño y grosero Darren. Apartado del mundo de las tablas en un retiro forzoso, podíamos decir porque cree haber tocado techo en su profesión y no encuentra un aliciente para seguir adelante. Es por este motivo por el que vive recluido, alejado de todo y de todos. Se abandona a su suerte y no quiere saber nada. Hay quienes piensan que su comportamiento tiene que ver más con una campaña de publicidad que con que en verdad esté desencantado con el trabajo.
Pero llega Leire y todo se desborda. Sus primeros encuentros son toscos, tirantes en una lucha de poderes y egos por ver quién se impone al otro. Es en estos lances dialécticos y de comportamiento que su historia se asemeja más y más al cuento de la Bella y la Bestia. Leire no ceja en su empeño porque Darren coma, duerma o deje de fumar. Va educando en cierto modo a Darren. Transformándolo en el hombre que fue antes de su retiro. El inconveniente para lograrlo es que Leire se irá acercando más y más él, lo que le obliga a saltarse las normas entre sicólogo y paciente (no olvidemos que Leire está en la casa para tratar de curar a Darren de su estado). ¿Justifica el fin los medios? Leire tiene un objetivo que cumplir y en ocasiones no repara en esos medios para lograrlo.  Poco a poco va consiguiendo que Darren la vaya complaciendo con pequeños gestos y que se vaya abriendo a ella  sin que ninguno de los dos se de cuenta de lo que ello va a implicar.  
Pero toda esa convivencia estable que Leire ha logrado se viene abajo cuando Darren comete la estupidez de besarla. Este simple gesto desencadenará una serie de situaciones que no estaban previstas en el guión de Leire. Vuelve a aferrarse a las normas y a la relación entre médico-paciente, pero en su interior sabe que no sirve de nada.
No adentramos en una etapa de romanticismo, calidez y ternura mientras la relación va creciendo poco a poco (como me gusta que suceda en las novelas?
 
Entramos en una segunda parte en la que Darren está curado y Leire debe regresar a su vida laboral olvidándose de él. Darren regresa a sus ensayos, sus giras y sus obras. EL tiempo pasa y cuando vuelven a encontrarse los dos se dan cuenta que el tiempo no ha borrado sus emociones y sus sentimientos. Todo parece estar igual que cuando la relación médico-paciente concluyó. Pero algo ha cambiado en la vida de Leire. (No voy a revelarlo  para no estropear la novela)
A partir de este momento, vuelven a convivir como amigos pero siendo conscientes de que en realidad ambos siguen sintiendo lo mismo. Leire deja su trabajo y se propone viajar con Darren allí donde él actúe pero con el tiempo se da cuenta que necesita regresar al trabajo. Sin embargo, también reconoce que su vida ha cambiado y ya nada es como antes.
 
La tercera parte tiene que ver con una relación estable y asentada con diversos alicientes que aumentan en ciertos momentos en desarrollo de la trama.
 
Me ha gustado mucho la ternura, el romanticismo y la sencillez que despliega Romina en esta novela. Hay momentos tiernos que te dibujan una sonrisa a medida que vas leyendo. La relación entre Darren y Leire pasa por diferentes etapas a medida que su propia obra de teatro avanza. La autora ejecuta muy bien el planteamiento de Presentación, nudo y desenlace. Lo lleva a la práctica como si de una obra de teatro se tratara hasta que llega el último acto en el que todas las piezas encajan.
 
Una historia original, romántica y con una sencillez y delicadeza que atrapa al lector y que no defrauda.

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